La
incubación de los huevos de la perdiz roja es llevado a cabo por la
hembra y, a veces, por el macho, y tiene una duración aproximada de
veintitrés días, al cabo de los cuales nacen los polluelos que, a
poco de abandonar el huevo, se encuentran en condiciones de buscar el
alimento por sí mismos, aunque bajo la atenta vigilancia de su
madre.
Las
pequeñas perdices rojas no tardan demasiado en iniciarse en la
práctica de correr y volar, encontrándose en condiciones de llevar
a cabo estas actividades con perfec ción en un período inferior a
un mes.