VIDEO-CANTO D ELA PERDIZ ROJA

VIDEO-REPRODUCCION DE LA PERDIZ ROJA

CICLO BIOLOGICO-APAREAMIENTO,PUESTA Y NIDACION

Tres acciones que se suceden secuencialmente en un corto período de tiempo y que por ello englobamos en una sola etapa.
Entre enero y febrero, siempre dependiendo de la latitud y condicionantes climatológicos, machos y hembras se reúnen en parejas. Se disuelven los bandos tras producirse peleas entre machos para conseguir el beneplácito de la hembra en la llamada época de “la picadilla”.
Con la aparición del celo se inicia la construcción del nido en el suelo, utilizando hierbas secas, de forma somera, en un lugar abrigado y algo húmedo para proteger a los huevos de la deshidratación.
Las hembras realizarán una puesta de entre 10 a 15 huevos, con intervalos de 24 a 34 horas cada huevo y en ciclos de 4 a 6 huevos consecutivos. Los huevos son de color blanco-amarillentos, con moteado marrón, forma ovoide, cáscara dura y de 30 a 38 mm de diámetro con un peso medio de unos 20 gr.
La incubación en la naturaleza dura alrededor de 24 días, dependiendo de las condiciones climáticas, iniciándose aproximadamente a los dieciséis días de haber puesto el primer huevo. Lo frecuente es que la hembra incube la puesta mientras el macho vigila para expulsar a los intrusos y avisar de posibles depredadores. Las puestas de reposición, menos abundantes que las primeras en cuanto a número de huevos, son frecuentes en los casos de pérdida de la primera puesta.
Por último destacar que conforme a diversas experiencias de campo, aproximadamente nacen un 67% de los huevos puestos por la hembra, de los que entre un 45% y un 60% serán machos.

CICLO BIOLOGICO-EL BANDO

Coincide con el completo desarrollo de la pollada y suele producirse a finales de septiembre en la zona sur. El bando integrará a distintas familias e individuos dispersos convirtiéndose en una verdadera comunidad jerarquizada, donde el dominio del más fuerte compromete a los demás individuos en sus peleas territoriales.

CICLO BIOLOGICO-EL PERDIGON

Desde el nacimiento (aproximadamente en el mes de mayo para el sur peninsular) hasta 3 meses después, cuando se iguala en tamaño con la madre.
Nace con un peso medio de unos 14 grs. Y gracias a su enorme precocidad mantiene un desarrollo intenso, lo cual propicia que con 60 días, los perdigones alcancen los 250 grs. de peso.
Durante los primeros días de vida, su alimentación básica son los insectos lo que produce un crecimiento rápido debido al aporte continuo de proteína animal. A partir de la tercera semana este consumo queda reducido a un 2% de su dieta a favor de la ingesta de semillas y pequeñas frutos (60%) y de hojas y pequeñas raíces tiernas.
En un principio el color del plumón es gris-pardo, con tonalidades marrones y cuatro franjas estrechas de color amarillento, muy apropiado para un perfecto camuflaje. Tanto el pico como las patas manifiestan un color dorado.
La cría, alimentación y defensa frente a depredadores de los pollos le corresponde fundamentalmente a la hembra, que ante un peligro se muestra visible, atrayendo sobre ella la atención del agresor, permaneciendo los pollos ocultos hasta que oigan la llamada de la madre y vuelvan a reunirse. Sólo el primer día el perdigón permanece en el nido y con dos semanas, es capaz de iniciar pequeños vuelos. Se estima que la supervivencia en esta primera edad es del 30% al 40%.

PROPIEDADES NUTRITIVAS

Las perdices son un alimento rico en proteínas, de alto valor biológico y con escaso contenido en grasas (la mayor parte incluida en su piel). Pero este último factor se puede ver modificado dependiendo del tipo de elaboración en la que se incluya su carne. Los ejemplares que se crían en libertad poseen aún menores niveles de grasas debido a su mayor movilidad.
Entre las vitaminas destaca la presencia del grupo B, especialmente B2 o riboflavina, B3 o niacina y B12. Los minerales significativos quedan protagonizados por el hierro (al igual que la mayoría de aves de caza menor) y, en menores proporciones, potasio, fósforo y cinc.

CANTO D ELA PERDIZ ROJA

Sólo canta el macho; emitiendo un sonido repetitivo, como un chasquido “chac-chac-chaac” que se repite a intervalos. Al comenzar el invierno, los machos comienzan a emitir su reclamo con bastante frecuencia para atraer a las hembras y para delimitar.